TODOS SOMOS VICTIMAS





El 31 de Marzo de 2004, unas imágenes dieron la vuelta al mundo, en ellas podían verse varios “restos” de seres humanos colgando de un puente. Cuatro empleados de la empresa estadounidense de seguridad Blackwater habían sido salvajemente golpeados por una turba callejera. Sus linchadores les prendieron fuego y luego pasearon por las calles sus restos calcinados, hasta terminar su “hazaña” en el puente.Todo el mundo comprendió como terminaría esto: la operación se llamo Phantom Fury, las fuerzas estadounidenses lanzaron un ataque sobre Faluya el 7 de Noviembre de 2004. Fue la batalla más encarnizada de la guerra de Irak, ocho batallones de infantes de Marina y soldados de Infanteria apoyados por el despliegue de carros de combate y fuerzas iraquíes, con el respaldo de la artillería americana y con el apoyo del batallón británico Black Watch. Dos terceras partes de Faluya fueron destruidas y el numero de victimas civiles sigue siendo hoy desconocido. Tampoco se sabe que munición fue utilizada, ni en que cantidades, pero se sabe que usaron tanques Abrams y Bradley, helicópteros Cobra y aviones AC-130, y que su munición normal contiene uranio empobrecido, un metal pesado con radioactividad de bajo grado, el cual es tan denso que, transformado en proyectiles es capaz de atravesar cualquier tipo de blindaje. También se empleo fósforo blanco para crear cortinas de humo y que los marines contaban con un “explosivo revolucionario” en sus lanzacohetes SMAW, capaz de echar abajo edificios enteros.¿Quién gano y quien perdió en aquella batalla?. A partir de entonces comenzaron a nacer niños con enfermedades congénitas; parálisis cerebral, síndrome de Bardet- Biedl, discapacidad mental, deformidades en las extremidades, cáncer etc. A partir del 2006 los casos se triplicaron, a finales del 2010 una medico comenzó a llevar un registro de todos los casos, nadie se lo ha pedido, nadie quiso publicar nada al respecto, cuando por fin en el 2010 en un encuentro en Estambul la OMS decidió realizar un estudio de los casos de trastornos congénitos de Faluya, sucedió el desastre nuclear de Fukushima, y los organismos internacionales anunciaron que su prioridad era Japón.Una pregunta queda en mi mente; si a nivel físico se producen esas alteraciones, ¿Qué ocurre a nivel ADN?. En que nos esta trasformando toda la contaminación producida por las llamadas fuerzas de “DEFENSAS” de los países. ¿Cuándo va el ser humano a parar todo este horror”. Vivimos en un lugar privilegiado la Tierra, intentemos comprender que todos, todos estamos en el mismo planeta y que juntos podemos formar una gran familia, si lo deseamos podremos lograrlo. Carmen.

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