ABRIENDO CAMINOS.
El 4 de Septiembre de 1957, el Tribunal Supremo de Estados Unidos sentencio que la educación racial segregada era anticonstitucional. Nueve estudiantes negros fueron seleccionados para ingresar en una importante escuela del sur, de una importante ciudad. Elizabeth Eckford fue uno de los nueve. Su madre le dijo cuando salio de casa “ Si alguien te insulta, finge no haber oído nada. O mejor; muéstrate amable, para dejarlos en evidencia”.Su camino por Park Street tuvo una gran expectación; a un lado y otro la gente la miraba caminar, pronto una multitud avanzaba detrás de ella que temblaba de pies a cabeza, pero siguió caminando. Cuando llego cerca del instituto, avanzo temerosa hacía un soldado el cual le cerro el paso fusil en mano, otros soldados hicieron lo mismo, pero ella siguió caminando. Cada vez había más blancos detrás de ella, todos gritaban “¡Hay que lincharla!”, “¡ No queremos negras en nuestro colegio!”, ¡”Vuélvete a casa negrata!”.Asustada y ansiosa busco a alguien que pudiera ayudarla, y se dirigió hacía una anciana que vio cerca, pero esta la escupió, pero siguió caminando. En el instituto las cosas no fueron fáciles para Elizabeth, al principio creyó que las cosas marcharían mejor, pero 20 días después la realidad en forma de lápiz lanzado contra su nuca la zarandeo; días más tarde fue una pedrada en el gimnasio…. Sufrió toda clase de agresiones y humillaciones. Era la más vulnerable de sus compañeros negros, los cobardes siempre van a por los más débiles, y ella sin buscarlo se había convertido en un símbolo; los segregacionistas creían que si conseguían echarla a ella del instituto los demás estudiantes negros la seguirían y el proyecto de integración racial caería. Pero Elizabeth resistió, siguió caminando, y al hacerlo abrió el sendero de la unión y la hermandad entre distintas razas. Desde aquí, este pequeño homenaje a personas que como ella, desde el sacrificio y la humildad hacen que la convivencia entre todos sea mejor.Carmen
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